domingo, 27 de abril de 2008

Sukiyaki Western Djaaaangoooo


El cine clásico de samurais y el western han ido siempre de la mano. O al menos, se han influido mutuamente en multitud de ocasiones lo suficiente como para que tanto la narrativa, las historias y los personajes sean muy similares. Simplemente se intercambian kimonos y espadas por botas con espuelas y revólveres. La película de la que hablamos hoy difumina definitivamente la fina línea que separaba ambos géneros.

Que Takashi Miike (director de Audition, Llamada Perdida, Ichi the Killer, uno de los cortos de Three Extremes... por nombrar algunas de sus películas más conocidas por estos lares) está como una cabra es algo que ya todos sabemos. El tío dirige entre dos y cuatro películas al año pasando del drama más depresivo al gore más escatológico como quien hace calceta. Y cuando algo no le gusta, se saca un giro argumental totalmente absurdo de la manga y sigue tan pancho con otro proyecto (y si no me creen, vean su Dead or Alive).

Así que sólo a un tío como él podría ocurrírsele crear un “Sukiyaki Western”. ¿Que qué es eso? Pues si el spaghetti western es un western rodado por italianos con actores ingleses en España (y tomando el nombre de una comida de origen chino), el sukiyaki western viene a ser un western rodado por japoneses que hablan en inglés (y que toma el nombre de un plato de origen occidental). ¿A que mola la idea? Así que ni corto ni perezoso, coge un western de los 60 (Django, protagonizado por Franco Nero) y escribe una película basada en la misma historia.

Han pasado cientos de años desde la batalla de Dannoura que enfrentó a los clanes Heike y Genji. En una pequeña ciudad perdida en medio de la nada, ambos clanes se enfrenta día tras día de forma que la situación se hace insostenible para sus habitantes. En medio de esta situación llega a la ciudad un misterioso pistolero sin nombre, destinado a verse en vuelto en la guerra.

¿Les suena? Clavadito a Yojimbo/Por un puñado de dólares/El último hombre. O así sería si no fuera porque Miike hace de las suyas. La historia está salpimentada con personajes de lo más estrambótico: un espadachín, un sheriff con múltiples personalidades, pistoleros legendarios... Unidos a unos escenarios y vestuario que fusionan el estilo del Japón y el Oeste más épicos.

Incluso con todos lo que les he contado, la película es bastante normalita para ser de Miike. Supongo que la película representa la faceta más comercial del director, y yo al menos la recibo con más agrado que la mayoría de sus producciones "normales" (en él). La violencia no es excesiva y no hay ninguna escena sexual especialmente perturbadora. Además (y a pesar de lo que vean en el trailer) las escenas de acción son las justas. Pero sobre todo, es divertida, divertida, divertida.

Y para muestra, un botón. O en este caso dos, porque les pongo el trailer del Django de los 60 y el trailer de Sukiyaki Western. Hale, a disfrutar.

Se me olvidaba. ¿Saben qué conocido director estadounidense participa haciendo un cameo y dirigiendo la primera escena de la peli? La respuesta, más abajo. ¡Hasta la próxima!


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