jueves, 29 de septiembre de 2011

Arrietty y el Mundo de los Diminutos (2010)

Shô es un muchacho de 14 años que llega a pasar unos días en casa de su abuela. Paseando por el jardín, un movimiento entre las plantas llama su atención: aunque no lo sabe, debajo de una hoja de laurel se esconde Arrietty, una incursora (para mi generación "un diminuto") que habita con su familia debajo de la casa, sobreviviendo a base de objetos que toman prestados a los humanos.

Seguramente, todo el que tenga alrededor de treinta años (o más) recuerde una serie de dibujos animados que ponían los sábados por la tele sobre unos bichos de orejas puntiagudas y cola que vivían en las paredes de las casas. No, no me refiero a Los Fraggle, sino a los Diminutos.



Por lo visto, la serie (y una posterior película) de título original The Borrowers estaban basados en una serie de libros de Mary Norton. En dichos libros Arrietty es el personaje central, cuya obsesión en trabar amistad con los seres humanos obliga a su familia a mudarse constantemente a lugares de menos peligro.

Y (a diferencia de la serie y la película) Hayao Miyazaki ha escrito una adaptación genial de la obra (aunque al final no la ha dirigido él). Siguiendo la línea habitual del estudio Ghibli, nos encontramos con una cinta de animación tradicional (casi sería más acertado decir artesanal), con escenarios cuidados, animación impecable, colores vivos y escenas de una belleza impresionante.

Una historia cargada de melancolía (genial la voz de la cantante Cécile Corbel), que toca directa o indirectamente las clásicas inquietudes de Miyazaki: personajes femeninos con carácter, la relación entre los humanos y la naturaleza, añoranza por una industria artesanal y un estilo de vida rural frente al destructivo urbano... y que, con un ritmo pausado, se gana poco a poco al espectador.

Una cinta de animación para toda la familia que seguramente los más pequeños encuentren aburrida pero que los amantes de la animación y los mayores con corazón de niño seguramente disfruten como enanos.

Aunque El Viaje de Chihiro me gustó más.

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