Cuatro personas cuyas vidas han sufrido un duro golpe por distintos motivos, la ciudad de Londres, otro Londres futurista y teocrático, un héroe enmascarado al más puro estilo pulp, y una estética que se mueve entre el steam-punk y la ciencia ficción. Así es Franklyn, una mezcla entre Equilibrium (de la que tengo que escribir un artículo un día de estos), Darkman y Dark City, y una de esas películas que cruzo los dedos para que no acabe siendo una mierda.
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