jueves, 4 de junio de 2009

Déjame Entrar (2008)


Oskar es un chaval de doce años, inteligente pero muy introvertido y obsesionado con la muerte, al que un grupo de compañeros de clase tortura constantemente. Una noche conoce a Eli, una extraña niña que acaba de mudarse a su lado. Poco a poco comienzan a compartir una extraña amistad que va creciendo a medida que comparten su soledad el uno con el otro.

Déjame Entrar es una película rara. Basada en la novela homónima del escritor John Ajvide Lindqvist, nos cuenta una historia de vampiros que no es de terror, sino la historia de la amistad y el romance entre dos niños que están dejando de serlo... más o menos. Y digo más o menos porque en esta película no todo es lo que parece y es una cinta lo bastante inteligente como para no dárselo todo masticado al espectador, dejando bastante cancha a la imaginación y la especulación.

En cualquier caso estamos ante una cinta de autor, con muchas pausas, ritmo lento, imágenes cargadas de significado y mucho tiempo dedicado al desarrollo de los personajes y su relación. Es una buena película, pero también una película lenta que a más de uno puede parecerle aburrida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

2001 también podría parecer un tostón, pero sin embargo me parece una de las mejores películas que he visto. Evidentemente no creo que esta peli pueda acercársele, de hecho son completamente distintas, pero se merece la oportunidad de verla y juzgar.

Para mi uno de los problemas del cine actual es que los cineastas intentan meter demasiadas cosas en 90 mins, algo que se nota mucho en cierto tipo de películas, donde no hay tiempo para asimilar bien lo que ves.

PD: Sí, sigo aquí, aunque no comente mucho xD

Ube dijo...

¡Don Orlando!¡Encantado de verle por aquí de nuevo!

Pues sí, no te falta razón en eso que dices. Aunque hay de todo en todas partes, la regla general es meter mucho, que normalmente acaba siendo relleno que no aporta nada a la trama. Pero en fin, en cualquier medio siempre ha habido y habrá de todo. Lo importante es tener curiosidad y seguir investigando obras diferentes sin conformarse con lo que nos quieren meter por los ojos.