Leon Kauffman es un fotógrafo independiente de poco éxito que sobrevive vendiendo fotos de accidentes a periódicos mientras intenta perseguir su sueño: fotografiar el auténtico "corazón de su ciudad".
Un día, gracias a su novia, consigue una entrevista con una rica tratante de arte que le convencerá para arriesgarse a tomar fotografías más arriesgadas, centradas en los sucesos del lado oscuro de la ciudad. El intento de Leon de conseguir esas fotografías le llevará a obsesionarse con un misterioso carnicero que parece estar relacionado con una serie de desapariciones.
Midnight Meat Train (editada en DVD en España con el horrible título de El Vagón de la Muerte) es una cinta de... vamos a decir suspense, basada en un relato de terror del escritor y director británico Clive Barker (Hellraiser) y dirigida por el japonés Ryuhei Kitamura.
La producción estuvo plagada de contratiempos desde su comienzo, hasta el punto de que finalmente acabó estrenándose en un número limitado de salas y relegada al DVD. ¿Por qué? Bueno, Clive Barker opina que fue cosa de que el productor era un tocapelotas y utilizó Midnight Meat Train para promocionar otras como Los Extraños. Yo en cambio tengo la teoría de que los productores se esperaban a alguien que hiciera The Ring sin darse cuenta de que Kitamura es el tío de Versus.
Y es que la película, aunque tiene una producción muy cuidada y sigue casi al pie de la letra el relato de Barker, no puede evitar ese ligero aire de peli cutre: la mayoría de los actores son bastante malos, las escenas de violencia son explícitas y desagradables hasta el punto de la carcajada y tiene algunos diálogos bastante chorras (al menos en la versión doblada). Eso sí, sigue siendo mejor que mucha de la mierda que estrenan en pantalla grande.
¿En qué quedamos entonces? ¿Es buena o mala? ¿La recomiendo? Pues bueno... yo me lo pasé muy bien viéndola. Los aficionados al terror más psicológico seguramente la encuentren malilla, pero los aficionados al terror cutre y gente que sólo quiera pasar un rato entretenido la disfrutarán. Por cierto: la película no da miedo.
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