lunes, 9 de marzo de 2009

La Ley Innata

"Existe, de hecho, jueces, una ley no escrita, sino innata, la cual no hemos aprendido, heredado, leído, sino que de la misma naturaleza la hemos agarrado, exprimido, apurado. Ley para la que no hemos sido educados sino hechos; y en la que no hemos sido instruídos sino empapados". Pues eso dice Cicerón según nos cuenta Roberto Iniesta (el autor de esta traducción libre y responsable de este nuevo disco del que nos toca hablar hoy). Extremoduro han vuelto (hace ya unos meses, pero es que en este blog vamos despacio) y yo estoy encantado de que lo hagan.


Si hablamos de Extremoduro posiblemente tendremos opiniones para todos los gustos, algunos se acordarán solo de So Payaso, otros lo asociarán a música de adolescentes que van de rebeldes a los que les gusta oir burradas en las canciones, a perroflautas (gran palabro que vaya usted a saber de dónde salió), otros no sabrán/no contestarán y los habrá como yo a los que, pese a haber pasado la adolescencia (al menos la de edad) hace ya algún tiempo, siguen pensando que son un gran grupo.

Cierto es que la imagen de este grupo (que se puede decir que ha sido, es y será Robe, aunque desde hace ya bastante tiempo tenga a Iñaki al lado), es más que merecida en algunos aspectos, pero también creo que muchos se quedan en sus pintas, en las mil leyendas que corren sobre este hombre (creo que ha muerto una 20 o 30 veces, tiene su mérito el tío), en algunas de sus letras y alguna que otra declaración hecha para tocar los bajos de la entrepierna al personal y no van más allá, lo cual creo que es un error. Sin ser el grupo más original del mundo sí creo que siempre han hecho lo que les da la gana, han evolucionado y han demostrado que son un grupo de rock, sin etiquetas, y a años luz de imitadores/copias/grupos-que-les-tienen-como-ejemplo. Para resumir, yo creo que te pueden gustar más, menos o simplemente no gustarte, pero creo que se merecen tener mucho más crédito que el de ser un simple grupo de "rock urbano" (además, tienen algunas letras que ya quisieran muchos "grandes artistas" para sí mismos).


Y para demostrar todo esto sacan un discazo de una sola canción, como hicieron en el Pedrá pero esta vez cortada en 6, en la que sí, suenan más melódicos y maduros que nunca, pero suena 100% a ellos. Puedo decir que a día de hoy para mí es su mejor disco, musicalmente me parece excelente, muy bien hilvanado, repitiendo alguna estructura que le da continuidad al disco pero sonando muy variado, con muchos arreglos (aquí sin duda Iñaki ha demostrado que es un gran productor), simple pero muy trabajado al mismo tiempo. Letrísticamente me parece una pequeña maravilla. Vale, quizás lleva repitiendo algunos temas toda la vida y a lo mejor a alguno le chirría un poco la forma que tiene el de hacer poesía, pero a mí me parece sincero y no me suena nada pretencioso, no creo que busque sonar intelectualoide (algo que no puedo decir de muchos por ahí), me lo creo vamos... aunque igual soy demasiado crédulo, quién sabe.

Resumiendo, lo recomiendo sin ninguna duda, con los ojos cerrados, ¿que no te gustaban Extremoduro? Dales una oportunidad, hombre/mujer, igual te sorprenden con este disco. ¿Que sí te gustaban? Pues ponte el disco de nuevo y a disfrutarlo.


Segundo movimiento: Lo de fuera (partes 1 y 2)



No hay comentarios: