Ari Folman, director y "protagonista" de la película, nos lleva en un viaje autobiográfico y semi-documental a través de un pasado que tenía olvidado, y que nos expone de forma objetiva la crueldad humana y el absurdo de la guerra, sin partidismos ni tonos moralistas.
Un poco de historia
Que nunca ha sido mi punto fuerte, pero aún así intentaré hace un pequeño resumen que ponga en situación del momento histórico que la película nos cuenta. A ver si lo hago bien.
En 1948 comienza la afluencia de refugiados palestinos, desplazados desde Israel, que se establecen en campos ante la desaprobación de la Falange (partido de extrema derecha y base cristiana maronita que ostenta el poder) y el apoyo de los libaneses musulmanes. Hacia los años 60 la tensión entre cristianos y musulmanes crece en el país, y el establecimiento de las Fuerzas de Liberación Palestinas en los campos de refugiados no arregla la cosas. Pronto comienza a operar desde allí y se declaran independientes. Surgen numerosas guerrillas y estalla el conflicto entre Líbano, con Israel como aliado, y las fuerzas palestinas. Conflicto en el que todos lo bandos comenten auténticas burradas.
En 1975, el asesinato de varios miembros de la Falange a manos de un terrorista palestino hace que el fundador de su brazo armado, Bashir Gemayel, ordene una respuesta que se le escapa de la manos y desemboca en el Sábado Negro: una matanza indiscriminada de palestinos y libaneses musulmanes (la gran mayoría civiles). La tragedia, unida a las tensiones ya existentes, hace que estalle la guerra civil en el país, que durará hasta 1990.
En 1982, Israel invade Líbano con el objetivo de expulsar a las fuerzas palestinas que operan desde allí. En Agosto del mismo año Bashir es nombrado presidente y, un año después, una bomba acaba con su vida y con otros 26 políticos falangistas. Tras el atentado, el ejército de Israel, que cerca los campos de refugiados, deja entrar en ellos a las tropas cristianas en lo que se conoce como la masacre de Sabra y Shatila.
Chiquito rollo he soltado. Espero no haber metido la pata en nada y que haya ayudado un poco mejor a comprender el momento histórico del documental. A mí desde luego sí me ha ayudado.
La Película
Y ustedes se preguntarán ¿por qué nos interesa esto? Pues porque precisamente en la invasión israelí de l982 en la que Ari Folman participa y sus recuerdos, que poco a poco recupera a manos de antiguos conocidos que compartieron sus días de militar, son las pinceladas que nos muestran lo estúpido y despreciable que puede ser el ser humano, sea por lo que sea y de donde sea.
La película es dura, cruel, emotiva y conmovedora. Visualmente impactante, la animación es en algunos momentos pura poesía, acompañada por una música que cala hondo, y que poco a poco nos lleva a un final que cae encima como una tonelada de ladrillos, que te hace salir del cine sin poder dejar de pensar en lo que acabas de ver.
Cien por cien recomendable. Si fuera por mí el Oscar hubiera sido para ella. Aunque se "conforma" con un merecido Globo de Oro.
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