Tan acaba de salir de la cárcel bajo fianza sólo para encontrarse con que su hermano gemelo Tai está en coma debido a una brutal paliza, así que decide hacerse pasar por él para intentar descubrir qué le dejó así. Pronto descubre que Tai participaba en un peligroso deporte ilegal similar al baloncesto donde hay dos formas de ganar: marcar primero o ser el último en pié.
Fireball es una película thailandesa de artes marciales que en cierto modo es deudora de las cintas estadounidenses de acción de serie B de los años 80: argumento cutrillo, actores justitos tirando a malos y mucha violencia. De hecho el "meterse en competición violenta para vengar a..." lo hemos visto más de una vez en el cine.
Sin embargo, pese a todo esto (o quizá gracias a ello precisamente) Fireball resulta una película francamente entretenida. Es cierto que no ofrece nada nuevo, pero tiene grandes dosis de acción, unas coreografías de lucha muy bien hechas y alguna escena que resulta bastante espectacular.
Así que a pesar de todos sus defectos, Fireball es una película recomendable para todos aquellos amantes del cine de acción que deseen pasar un rato entretenido sin darle muchas vueltas al coco. El público más exigente sin embargo mejor que se mantenga alejado de ella.
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